Por primera vez en 19 enfrentamientos, el Real Madrid femenino venció al Barcelona en un Clásico. Fue 1-3 en Montjuïc, en un partido que deja a las blancas a solo cuatro puntos del liderato cuando quedan siete jornadas por jugar.
El equipo de Alberto Toril supo golpear en los momentos clave y lo hizo con goles de Alba Redondo y un doblete de Caroline Weir. Hansen anotó el único tanto del Barça, que no tuvo su mejor día. Aunque las azulgranas dominaron durante buena parte del partido, el Madrid fue más efectivo, más ordenado y supo aprovechar los espacios, sobre todo con la entrada de Linda Caicedo en el segundo tiempo, que fue un auténtico problema para la defensa local.
El Barça incluso llegó a protestar un gol anulado por fuera de juego a Jana Fernández en el 80’, cuando el partido iba 1-1. Justo después llegó el segundo del Madrid. Un golpe durísimo.
Un primer tiempo igualado, pero con premio blanco
El arranque fue algo más equilibrado de lo habitual en los Clásicos. El Madrid apostó por balones largos y llegó más veces al área rival que en encuentros anteriores, aunque sin demasiado peligro. El Barça, más asentado en campo rival, tuvo las mejores ocasiones: un disparo de Hansen que se fue cerca y un remate de Schertenleib al larguero. Pero fue el Madrid quien pegó primero, justo antes del descanso, con un cabezazo de Alba Redondo tras un centro desde la banda. Hansen tuvo el empate de inmediato tras una gran jugada de Putellas, pero falló con todo a favor.
Reacción culé y mazazo final
En el segundo tiempo, el Barça salió más agresivo y volvió a meter al Madrid en su campo. Hansen tuvo otro mano a mano, pero se topó con una gran Misa. Al final, en el 67’, la propia Hansen puso el 1-1 de cabeza, en una acción muy similar al gol que había marcado el Madrid.
Parecía que el partido se iba a romper hacia el lado culé, pero entonces aparecieron Caicedo y Weir, recién ingresadas. Linda se inventó una jugada por la izquierda, dejó atrás a Engen y asistió a Weir, que no perdonó. El Barça intentó reaccionar, pero se vio superado en dos transiciones. Ya en el añadido, bajo el granizo, Weir cazó un rebote dentro del área para firmar el 1-3 definitivo.
Un golpe histórico
Es una victoria sin precedentes para el Madrid, que nunca había podido ganar un Clásico. Un golpe anímico enorme para el Barça y un resultado que pone la Liga F al rojo vivo. A siete fechas del final, todo está abierto. Y este Clásico, entre sol y tormenta, puede ser un punto de inflexión para lo que queda de temporada.