Euroliga: Real Madrid 73-81 París

El Real Madrid cayó en un mal día frente al Paris Basketball (73-81), en el partido del play-in de Euroliga que definía el acceso a cuartos. El premio era enfrentar a Fenerbahçe en una serie al mejor de cinco. Pero el equipo blanco no estuvo a la altura, y varios nombres clave quedaron demasiado lejos del nivel que se espera en este tipo de citas: Hezonja, Musa y Tavares, muy por debajo.

La derrota no significa el final. El Madrid tendrá una segunda oportunidad el viernes (20:45h, en el Movistar Arena), ante el Bayern Múnich. Si pasan, el cruce sería ante Olympiacos, que terminó primero en la fase regular y tiene un plantel temible con nombres como Fournier o Vezenkov. Pero antes de pensar en ese posible drama, está el susto inmediato: un Bayern liderado por Carsen Edwards, segundo máximo anotador del torneo (20,4 puntos por partido). Un rival incómodo, muy anotador, al que solo se le puede superar si el Madrid está a tope. Y eso incluye a los tres que no rindieron este martes.

Musa

El bosnio estuvo completamente fuera del partido. Apenas jugó 13 minutos y sumó 3 puntos, sin aparecer realmente en ningún momento. Ya es algo que se está volviendo habitual: en los partidos importantes, cuando las cosas no le salen en ataque, se desconecta rápido y acaba más pendiente de protestar que de competir. Tampoco ayudó en defensa, con errores de concentración y malas ayudas. Se notó mucho su bajón, porque sin él el equipo pierde chispa ofensiva.

Hezonja

Estuvo en pista más de 31 minutos, solo superado por Campazzo, pero su impacto fue mínimo. Terminó con 8 puntos y un 2/8 en triples. Su confianza para tirar siempre es peligrosa: cuando entra, es un espectáculo; pero si no, como ayer, se convierte en una carga. Además, cometió dos faltas en ataque absurdas que cortaron momentos clave del Madrid. Muy errático.

Tavares

El más desconectado de todos. Duró apenas cuatro minutos antes de cargarse con una falta y una técnica que lo sacaron del partido. Una baja durísima para el equipo, porque con él en cancha (como luego mostró Ibaka), el Madrid dominaba la zona. Tavares venía de ser MVP de Euroliga en marzo y abril, y esta versión fue irreconocible: 14 minutos, 7 puntos, 1 rebote y 4 faltas.

Chus Mateo fue claro después del partido: “Sentimos mucho la ausencia de Edy, que es nuestro referente interior. Una de las claves fue que fuimos peores en el rebote”. También avisó que no todo puede depender de él. El equipo necesita más de sus referentes y, si quieren seguir vivos en la Euroliga, el viernes ante Bayern no hay margen para fallos. La buena noticia es que Ibaka y Andrés Feliz (que acabó tocado) sí ofrecieron algo de esperanza en los últimos minutos.

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